La "crisis" actual que socava en el Estado Español con medidas impuestas desde la Unión Europea y teniendo que rendir cuentas a Alemania hacen que la situación sea insostenible para todos los sectores.
Desde el ingreso de España en la Unión Europea en 1986, entonces llamada Comunidad Económica Europea, cuando se empieza a medrar en un mercado común, en la obligación de producir lo justo, en la apretura del grifo europeo y de las ayudas y subvenciones para el resurgir económico que vino después del fin del franquismo y la posterior transición a la "democracia".
El plan de la UE es para España que se trate de economía basada en agricultura y el turismo, lo mismo que se hizo con Andalucía durante el franquismo, que se trasladaron a al norte, concretamente a Cataluña y al País Vasco, sumiendo a Andalucía a estos menesteres.
Ambas dictaduras, una real, otra encubierta bajo el capital, pero ampliamente válidas como tal. Es por ello que siempre hay que abogar por una Unión Europea de los pueblos y no una unión del capital, donde la riqueza se acumule en un determinado punto y que toda dependencia económica penda de un país en conctreto, sino fíjense donde está el Banco Central Europeo.
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