miércoles, 26 de junio de 2013

El amor es como viajar en Media Distancia




Puse en el Facebook que si se llegaba a más de 12  me gustan  explicaría que el amor™ es como viajar en Media Distancia (Mierda Distancia para los sufridores de renfe).

Y sí, ustedes os preguntaréis que tiene que ver un tren con el amor™, pues consiste en el principio de la necesitad, de la necesidad de viajar sentado y todas las personas que se montan con billete tiene su plaza, es decir, que por cada persona le corresponde un asiento y con el amor™ supuestamente pasa (o nos quieren hacer creer), que alguien es con alguien, por lo mismo que a alguien le corresponde una plaza.

Y un Media Distancia es mejor que viajar en un Cercanías pero peor que viajar en un Alvia, ya que en el primero sentarse es la mejor opción y en el segundo todos se sientan en su sitio. En un Media Distancia no todos se sientan en su sitio, no todos se montan en su coche hay gente que no le gusta viajar en contra de la marcha y la gente por lo general tiende a ocupar el asiento de la ventanilla, además si tenemos en cuenta que otra de las máximas de las personas cuando viajan en Mierda Distancia es intentar que nadie vaya al lado.

Estas cosas que hacen la gente hacen que los asientos se alteren y que la gente ocupe asientos que no son los suyos, por lo que la gente  que va su billete y le corresponde su plaza no pueda —en el mayor de los casos—. Esto genera más plazas ocupadas por personas que no les corresponden y cada vez que el tren pare en la siguiente estación, las personas que se suban no serán correspondida con su plaza con les pertenece. Y esto otra vez genera más asientos ocupados por personas que no les corresponde e igualmente  podrán quedar vacíos los asientos que les corresponde.

Pues con el amor™ pasa lo mismo, se ha hablado con palabras como "correspondido", como que una cosa pertenece a otra y la otra a la cosa y de aquí se llega a "amor™ correspondido", que ese —supuestamente—  que corresponde a ambas personas por inherencia del "destino". Da igual el tiempo o la época del año, se supone que al fin y al cabo ocurre, que pasa igual que cuando se toma el tren, se puede subir a un Media Distancia con veinte, cincuenta o ochenta años, que al final te corresponde tu plaza que es tuya y luego pasa unas casualidades en los supuestos que hacen que cambie el estado de esa  inherencia del "destino".

Hay muchos supuestos que hacen que viajar en un Media Distancia sea placentero y te quedes hasta te duermas o de lo contrario, te veas levantándote más de una vez a cuenta de tus plazas y tu asiento.

Cuando te subes al tren y te sientas en tu asiento, pero a lo mejor puede que no te guste, que seas de esos quisquillosos que le gustan viajar a favor de la marcha. Solo en esa vez desearas cambiar de asiento, pero tarde o temprano terminarás en tu sitio.
Los que entonces encuentran su sitio a primeras hacen el trayecto entero en ese asiento. Es análogo a las personas que se encuentran y llevan ya casi toda la vida camino de la vida entera.

Luego tenemos esas personas que suben y  ven que su plaza está ocupada. Aquí tienes varias opciones: o vas a buscar otro asiento o le pides que te ceda tu plaza, que aquí igualmente tienes varias opciones o quedarte sin plaza o incluso con el revisor que te mande a otro asiento (se han dado casos). Es entonces cuando surgen las analogías en el llamado amor™.

De la misma manera hay gente que busca la misma plaza que la suya en otro coche.

También tenemos a la gente que hace el amago de sentarse en la plaza que no le corresponde, pero al final no se sienta y se va, pero el que tiene la plaza y al final no se sienta en su sitio. Estas son el tipo de personas que ven y que creen y al final no es pasa nada y se va de la persona "porque creen cosas que amagaron ver".

Luego está esa gente que viaja todo el recorrido de pie, preferiblemente entre las puertas o en el coche del medio, son ese tipo de personas que le da igual las cosas.

Tenemos la gente que se sienta al lado de su asiento y aquí hay varias cosas y factores que afectan:

  • Los que se sientan equivocados: Es decir, el que tiene plaza de ventana viaja en pasillo y viceversa. Esto son los que supuestamente se saben la correspondencia pero en su confianza están bien pero no sabe que uno corresponde con el contrario.
  • Los que se sientan equivocados y cambian la plaza:  Igual que el caso anterior, pero que en el cabo del tiempo se dan cuenta que viajan equivocados y finalmente se cambian las plazas.
  • Los que se sientan equivocados e intentan cambiar la plaza:  Igual que el anterior, lo que pasa que no consigue cambiar su asiento. Esto es un caso grave.
  • Los que se sientan justo al lado de su plaza:  Son los que quiere estar en su sitio y se espera a que se encuentre libre.
  • Los que se sientan justo al lado de su plaza y la reclaman:  Saben que es su asiento y van a por el. En la vida real suele ser lo mismo.

También tenemos el caso de la gente que entra en el tren sin billete y lo compran, es como la gente que le buscan gente.

Bueno, de manera resumida viene siendo esto así. Si conoces más casos déjalos en los comentarios.

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